Discúlpenme pero es que ser malvado no es un trabajo fácil, requiere mucha dedicación si se quiere hacer bien. Es por eso que hace bastante que no pongo en práctica un plan para destruir el mundo, pero este yo creo que va a ser el definitivo.
Depués de dejarme un pastizal en el cirujano plástico más prestigioso del país me he quedado como la madre de Julay José Iglesias, aparentando cuarenta años menos de los que en realidad tengo. Además me he dejado el pelo largo porque mi plan es revivir el punk. Si el punk vuelve y triunfa el mundo se sumirá en la anarquía litronera y perroflautera y se autodestruirá de puro abandono.
Si no funciona tal vez debería dejar de pensar en chorradas y dedicarme a escribir mis libritos y a lustrar mi sillón en la RAE mientras leo a J. K. Rowling, que es lo que de verdad me gusta.
Así que desde aquí me despido del mundo del mal y de todos vosotros. Y en especial de mi muy gran amigo Cesar que me defiende contra viento y marea. YOU ARE ALWAYS ON MY MIND. Un besito ladrón.
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